Cuando falta el consejo fracasan los planes; cuando abunda el consejo prosperan. (Proverbios 15:22)
La pareja que enfrenta problemas sola tiene más probabilidades de derrumbarse en los momentos difíciles. Sin embargo, las que entrelazan sus vidas en una red de otros matrimonios fuertes, aumentan en forma radical sus posibilidades de sobrevivir a la tormenta más intensa.
Es fundamental que los esposos busquen consejos piadosos, amistades saludables y mentores experimentados. Todos necesitamos el consejo sabio a lo largo de la vida. Las personas sabias lo buscan constantemente y lo reciben con alegría: "Al necio le parece bien lo que emprende, pero el sabio atiende al consejo" (Proverbios 12:15).
Obtener el consejo sabio es como tener una guía personal mientras se realiza un viaje largo y desafiante. Es vital que invites a parejas fuertes a que te comuniquen la sabiduría que han obtenido a través de sus propios logros y fracasos. ¿Por qué no cruzar los puentes que otros han construido? La sabiduría es más valiosa que el oro. Los buenos mentores del matrimonio te advienen antes de tomar una mala decisión. Te alientan cuando estás listo para darte por vencido. Y te animan cuando alcanzas nuevos niveles de intimidad en tu matrimonio.
La Biblia dice: "Exhortaos los unos a los otros cada día no sea que alguno de vosotros sea endurecido por el engaño del pecado" (Hebreos 3:13).
Muchas veces, podemos aislarnos de los demás. Si no tenemos cuidado, podríamos alejar de nosotros a las personas que más nos aman. Debes protegerte contra los que te influencian para mal. Todos tienen una opinión y algunas personas te alentarán a actuar en forma egoísta, te alentarán a dejar a tu pareja para buscar tu propia felicidad. Ten cuidado y no escuches el consejo de aquellos que no tienen un buen matrimonio.
Si tu matrimonio pende de un hilo o ya se dirige hacia el divorcio debes detener todo y buscar el consejo sólido lo más rápido posible. Llama a un pastor, a un terapeuta que crea en la Biblia o a un consejero matrimonial hoy mismo. Por más que al principio sea incómodo abrirte con un extraño con respecto a tu vida, cada segundo que pase y cada sacrificio que hagas por tu matrimonio valdrán la pena. Aún si tienes una relación bastante estable, tienes la misma necesidad de mentores sinceros y francos: personas que renueven tus fuerzas para seguir adelante y te ayuden a mejorar aún más tu matrimonio.
Debes buscar una persona que tenga la clase de matrimonio que tú quieres; una persona que ponga a Cristo antes que a todas las demás cosas. Debes buscar alguien que no viva según sus propias opiniones sino según la Palabra inmutable de Dios. Y en la mayoría de los casos, se alegrará de que hayas pedido ayuda. Comienza a orar para que Dios envíe esta persona a tu vida. Luego, escoge un momento para encontrarte con ella y hablar.
No seas el capitán de otro divorcio titánico al ignorar las señales de advertencia que te rodean, cuando podrías haber recibido ayuda. Quizá sea la influencia relacional que lleve a tu matrimonio a pasar de mediocre a maravilloso.
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